El Florero que Cambió un País
Personajes:
NARRADOR: (Un niño o niña que lee el guion, puede ser el mismo profesor o maestra)
ANTONIO MORALES: (El hijo de un líder criollo, valiente y un poco travieso)
FRANCISCO MORALES: (Hermano de Antonio, más tranquilo pero igual de valiente)
DON JOSÉ GONZÁLEZ LLORENTE: (El comerciante español, un poco gruñón)
NIÑOS Y NIÑAS DEL PUEBLO: (Los demás estudiantes)
Escenario:
Un letrero que dice "Casa del Florero", un puesto de ventas con algunas frutas y un florero bien grande en el centro de la mesa.
(La obra comienza con todos los niños del pueblo jugando en la plaza. Entran los hermanos Antonio y Francisco Morales)
NARRADOR: En el año 1810, la gente de Colombia no era libre. Un rey español nos gobernaba desde muy lejos. Los hijos de los españoles nacidos aquí, que se llamaban criollos, estaban cansados de que los trataran mal y de que no pudieran gobernar. El 20 de julio, en Santa Fe de Bogotá, un plan secreto iba a empezar.
ANTONIO MORALES: (Le susurra a su hermano) Francisco, llegó el momento. Hay que empezar la protesta.
FRANCISCO MORALES: ¿Estás seguro, Antonio? Si el plan no funciona...
ANTONIO MORALES: ¡Funcionará! La gente ya está harta de los impuestos. El plan es este: iremos a la tienda de Don Llorente a pedirle un favor. Y él, como es un español muy gruñón, ¡se negará! Y así el pueblo se enfurecerá y se unirá a nosotros.
(Se acercan a la tienda de Don Llorente, que está limpiando su florero)
ANTONIO MORALES: (Con voz dulce y amable) ¡Buenos días, Don Llorente! ¿Cómo está?
DON LLORENTE: (Serio y con cara de pocos amigos) ¿Qué quieren, jovencitos? Estoy muy ocupado.
FRANCISCO MORALES: Veníamos a pedirle un favor, Don Llorente. ¿Podría prestarnos este florero tan hermoso para decorar una mesa en la plaza?
DON LLORENTE: (Se ríe con desprecio) ¡Ja! ¿Prestarles mi florero a ustedes? ¡Jamás! No se lo presto a ninguno de ustedes. ¡Váyanse de mi tienda!
(Antonio y Francisco se miran y ponen cara de enojados)
ANTONIO MORALES: (Con voz muy fuerte para que todos escuchen) ¡Don Llorente nos ha insultado! ¡No quiere prestarnos el florero porque somos criollos!
(Los niños y niñas del pueblo se acercan, rodeando la tienda. Murmullan y se ven enojados)
NIÑO DEL PUEBLO 1: ¡Eso no es justo! ¡Nos tratan muy mal!
NIÑA DEL PUEBLO 2: ¡Ya no más abusos! ¡Estamos cansados!
(El Narrador se acerca al frente)
NARRADOR: El grito se hizo más y más fuerte. Lo del florero fue solo una excusa para que la gente saliera a la plaza a pedir su libertad. Todos estaban cansados de que el gobierno español no los escuchara.
ANTONIO MORALES: (Subiendo la voz, animando a la multitud) ¡Que viva la libertad! ¡Queremos un gobierno propio!
FRANCISCO MORALES: (Levantando los brazos) ¡Sí! ¡Ya no queremos que el rey español nos mande!
(Todos los niños del pueblo gritan y aplauden mientras caminan alrededor del escenario, como si estuvieran protestando)
NIÑOS Y NIÑAS DEL PUEBLO: ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Queremos libertad!
NARRADOR: Ese día, 20 de julio de 1810, fue el inicio de todo. El pueblo de Santa Fe, liderado por valientes criollos, demostró que quería ser libre. Y aunque la guerra por la independencia duró muchos años más, el Grito de Independencia de ese día ¡fue el primer paso para que hoy seamos el país libre que somos!
(Todos los personajes se abrazan y se ponen de frente al público para saludar)
FIN
Sugerencias para la representación:
Disfraces sencillos: Los criollos pueden llevar camisetas blancas y pantalones. Don Llorente puede llevar una camisa con un chaleco. El pueblo puede vestir ropa sencilla.
Efectos de sonido: Pueden usar grabaciones de música folclórica o de gente gritando para crear un ambiente más realista.
Ensayos: El guion es corto, por lo que es fácil de ensayar. Concéntrense en que los niños entiendan el sentimiento de los personajes (enojo, valentía, alegría).
Adaptación: Si el grupo es grande, puedes añadir más personajes o hacer que más niños tengan diálogos cortos.
OBRA 2.
El Florero de la Libertad
Personajes:
NARRADOR: (Un estudiante que guíe la historia)
ANTONIO MORALES: (Un criollo joven y decidido)
FRANCISCO MORALES: (Hermano de Antonio, también valiente)
DON JOSÉ GONZÁLEZ LLORENTE: (El comerciante español, gruñón y orgulloso)
MANUELA: (Una mujer del pueblo, vendedora, muy atenta)
PEDRO: (Un hombre del pueblo, trabajador, cansado de los abusos)
GENTE DEL PUEBLO: (Varios estudiantes que hagan de multitud)
UN SOLDADO ESPAÑOL: (Puede ser un adulto o un estudiante grande, imponente)
Escenario:
Un letrero que diga "Santa Fe de Bogotá, 20 de julio de 1810". A un lado, una mesa simulando la tienda de Don Llorente, con un florero visible y algunos objetos de venta. Al otro lado, un espacio que simule la plaza, donde la gente del pueblo se reúne.
(La obra comienza con la NARRADOR(A) al frente del escenario. La GENTE DEL PUEBLO murmura y simula vender o comprar en la plaza. Manuela y Pedro están cerca.)
NARRADOR: ¡Hola a todos! Hoy les vamos a contar una historia muy importante de nuestra Colombia. Viajemos en el tiempo hasta el 20 de julio de 1810, en Santa Fe de Bogotá. En ese tiempo, nuestro país era de España y el Rey nos gobernaba desde muy lejos. La gente, especialmente los criollos (los hijos de españoles nacidos aquí), estaba muy cansada de que los españoles los mandaran, les pusieran muchos impuestos y no los dejaran opinar. ¡Algo estaba a punto de explotar!
(Antonio y Francisco Morales entran a escena, se ven nerviosos pero decididos. Se acercan a la tienda de Don Llorente, que está limpiando su florero con mucho esmero.)
ANTONIO MORALES: (A su hermano, en voz baja) Francisco, llegó el momento. El pueblo ya no aguanta más. Necesitamos una chispa.
FRANCISCO MORALES: (Asiente) Sí, hermano. El plan es arriesgado, pero es nuestra oportunidad.
ANTONIO MORALES: (Se acerca a Don Llorente, con una sonrisa forzada) ¡Buenos días, Don Llorente! Qué día tan hermoso.
DON LLORENTE: (Gruñón, sin levantar la vista de su florero) Hermoso para los que no tienen que trabajar como yo. ¿Qué quieren? No me hagan perder el tiempo.
FRANCISCO MORALES: (Con voz educada) Venimos a pedirle un gran favor, Don José. Necesitamos un florero prestado, así, como este que tiene usted aquí, para decorar la mesa de una fiesta importante en honor a un visitante.
(Don Llorente levanta la cabeza, suelta el florero con desprecio y los mira de arriba abajo.)
DON LLORENTE: (Con voz arrogante y burlona) ¡¿Mi florero a ustedes, criollos?! ¡Jamás! Mis objetos no se prestan a gente como ustedes. ¡Además, ese visitante no es más que un pretexto! ¡Váyanse de mi tienda y no me molesten!
(Antonio y Francisco Morales se miran, disimulando una sonrisa de satisfacción por el éxito del plan. Antonio, deliberadamente, empuja ligeramente un objeto de la mesa de Llorente, haciendo que el florero se tambalee y caiga, ¡rompiéndose en pedazos! Pueden usar un florero de plástico o algo que se rompa con seguridad.)
ANTONIO MORALES: (Grita con indignación, fingiendo sorpresa) ¡Oh, no! ¡Don Llorente, mire lo que ha hecho su mal genio! ¡Nos insulta y ahora rompe sus cosas!
FRANCISCO MORALES: (Grita también) ¡Es un abuso! ¡No nos quieren ni prestar un florero! ¡Nos humillan!
(La GENTE DEL PUEBLO que estaba cerca, al escuchar los gritos y ver el florero roto, se acerca rápidamente y empieza a murmurar con enojo. Manuela y Pedro se acercan indignados.)
MANUELA: ¡Qué descaro! ¡Siempre los españoles tratando mal a nuestra gente!
PEDRO: ¡Ya estamos cansados! ¡Nos suben los impuestos, nos ignoran y ahora esto!
(La gente del pueblo empieza a gritar con más fuerza. El SOLDADO ESPAÑOL, que estaba en la plaza, se acerca rápidamente, intentando poner orden.)
SOLDADO ESPAÑOL: (Con voz fuerte) ¡Silencio! ¡Disuélvanse! ¡No hay nada que ver aquí!
ANTONIO MORALES: (Se sube a algo que simule una caja o un escalón, alzando la voz por encima de todos) ¡Compatriotas! ¡Miren cómo nos tratan! ¡No somos esclavos! ¡Merecemos respeto y un gobierno que nos escuche!
FRANCISCO MORALES: (A su lado) ¡Queremos que los criollos puedan gobernar! ¡Queremos libertad!
(La GENTE DEL PUEBLO se une a los gritos, alzando los brazos. Ignoran al soldado español, que se ve sobrepasado.)
GENTE DEL PUEBLO: (A una sola voz) ¡LIBERTAD! ¡ABAJO LOS ABUSOS! ¡QUEREMOS GOBIERNO PROPIO! ¡20 DE JULIO!
NARRADOR: Así, por un florero roto, la chispa de la libertad se encendió ese 20 de julio de 1810. La gente de Santa Fe de Bogotá llenó la Plaza Mayor, gritando por sus derechos. Ese día, aunque no nos liberamos del todo, dimos el primer y más importante paso hacia nuestra independencia. ¡Fue el comienzo de nuestra nación!
(Todos los personajes se agrupan al centro, mirando al público, con expresiones de esperanza y determinación. Pueden cantar un fragmento del himno nacional o una canción patria. Luego, hacen una reverencia.)
FIN
Consejos para la Representación con Niños:
Ensayos: Practiquen mucho la expresión de emociones: el enojo, la indignación, la valentía.
Voz y dicción: Anímalos a hablar fuerte y claro para que el mensaje se escuche bien.
Movimiento: La "gente del pueblo" puede moverse y hacer gestos de descontento, levantar las manos, etc.
Vestuario: Ropa sencilla de la época. Para Don Llorente, algo que lo haga ver "elegante" y "serio" (un chaleco, una camisa diferente).
El florero: Usa uno de plástico o cartón que pueda romperse o desarmarse sin peligro. El sonido del "florero roto" es clave, pueden hacerlo con una grabación o un sonido de fondo
Personajes:
NARRADOR: Un(a) estudiante que introduce y cierra la obra.
ANTONIO MORALES: Un joven criollo valiente.
FRANCISCO MORALES: El hermano de Antonio, también criollo.
DON JOSÉ GONZÁLEZ LLORENTE: Un comerciante español.
LA GENTE DEL PUEBLO: Varios estudiantes que representan a la gente de la época.
Escenario:
Un pequeño puesto de ventas con frutas y otros objetos. En el centro, un florero grande y llamativo. Al lado, un letrero que dice "Casa del Florero de Llorente".
(La obra comienza con el NARRADOR de pie, en el centro del escenario).
NARRADOR: ¡Hola a todos! Hoy vamos a viajar en el tiempo a un día muy importante para Colombia: el 20 de julio de 1810. En ese tiempo, nuestro país se llamaba la Nueva Granada y éramos gobernados por los españoles. Pero la gente estaba muy cansada de que los mandaran y de pagar tantos impuestos. Por eso, un grupo de valientes criollos ideó un plan para empezar una protesta.
(El NARRADOR se retira. Entran ANTONIO y FRANCISCO MORALES, caminando de puntillas y con un aire de misterio).
ANTONIO MORALES: Francisco, el plan está en marcha. Hoy, 20 de julio, usaremos el florero de Don Llorente como excusa.
FRANCISCO MORALES: ¿Crees que funcione, Antonio? Don Llorente es muy gruñón.
ANTONIO MORALES: ¡Justo por eso! Irá a la perfección. Él se negará y la gente, que ya está furiosa por los impuestos, se unirá a nuestra causa.
(Se acercan a la tienda de DON LLORENTE, que está limpiando el florero con mucho cuidado).
ANTONIO MORALES: ¡Buenos días, Don Llorente!
DON LLORENTE: (Gruñendo) ¿Qué quieren? No molesten.
FRANCISCO MORALES: Don José, ¿podría prestarnos su florero para un banquete? ¡Es tan bonito!
DON LLORENTE: (Se ríe de forma burlona) ¿Mi florero? ¡Nunca! No se lo presto a ustedes, los americanos. ¡Váyanse de mi tienda!
(ANTONIO y FRANCISCO se miran con una señal de que el plan funciona. Ponen cara de enojados y le hablan a LA GENTE DEL PUEBLO que se acerca poco a poco).
ANTONIO MORALES: ¡Nos ha insultado! ¡Don Llorente dice que no somos dignos de su florero! ¡Esto es un abuso!
(LA GENTE DEL PUEBLO murmura y se acerca, cada vez más indignada).
GENTE DEL PUEBLO 1: ¡Esto ya es el colmo! ¡Ya no soportamos más abusos!
GENTE DEL PUEBLO 2: ¡Sí! ¡Estamos cansados de los impuestos! ¡Queremos ser libres!
(ANTONIO y FRANCISCO se unen a la gente y gritan fuerte).
ANTONIO MORALES: ¡Que viva la libertad!
FRANCISCO MORALES: ¡Queremos un gobierno propio!
(LA GENTE DEL PUEBLO grita con ellos. Don Llorente se asusta y se esconde detrás de su puesto de ventas).
NARRADOR: (Entrando de nuevo al escenario) Y así fue como un simple florero se convirtió en el símbolo de una gran protesta. El pueblo de Santa Fe, unido por el deseo de libertad, salió a la calle a pedir un cambio. El 20 de julio de 1810 no fue el final de la lucha, pero sí fue el primer paso gigante hacia la Independencia de Colombia.
(Todos los personajes se ponen de pie, abrazados, y saludan al público).
FIN.